REVERSED Fear 2004-202…….

Project Statement – Reversed Fear

Reversed Fear is a long-term photographic project that confronts the invisible yet pervasive structures of fear in women’s lives. It has carried many names over time, evolving alongside my own photographic journey, but its core has remained the same: to confront the fear of the night, of spaces with no way out, of feeling trapped.

The photographs are of nocturnal spaces — alleys, empty car parks, marginal sites — that I consider safe, though they may appear hostile or terrifying. As a woman, fear often serves as a compass: a radar that signals which routes to avoid, which spaces to stay away from, and which paths might lead safely home. By positioning myself deliberately in these very spaces, tripod and camera in hand, I sought to invert that compass. Each act of photographing became an act of bravery, but also an act of conquest: reclaiming spaces that women are taught to abandon.

Women learn to scan the streets instinctively, reading danger in silence, shadows, and pathways. We have been conditioned — through education, news, films, horror stories, and cultural narratives — to see ourselves as potential victims. From childhood we are shown stories of women violated, dismembered, or murdered, while aggressors are analysed, studied, sometimes even justified. As Nerea Barjola writes in Microphysics of Sexist Power: The Alcàsser Case and the Construction of Sexual Terror (2018), this constant narrative fabricates a culture of sexual terror that conditions our very position in public space, especially at night and when alone.

Because of this distortion, women’s relationship to the street is never neutral. We are told we do not belong there, and if violence occurs, it is our fault for disobeying. My work responds to this cultural script, focusing on the ritual of photographing the street as a practice of resistance, of taking up space where fear dictates absence.

The series is realised entirely in E6 colour reversal transparencies, a process that mirrors the project’s conceptual inversion. I also use expired film stock, whose altered colours produce distortions that echo the lived distortions of fear: no two images are the same, just as no two women’s negotiations with fear are alike. Each photograph becomes a unique residue of confrontation — a trace of both vulnerability and defiance.

At its core, Reversed Fear is a demand: that fear must change sides. Women have carried it for too long. By turning the act of photographing into a confrontation, the project reclaims both the night and the body, and insists on rewriting the politics of fear.

 

Reversed fear (Miedo Invertido) se ha llamado de muchas maneras por el paso de los tiempos. He realizado estas fotos desde que empecé mi viaje fotográfico. Es un conjunto de fotos nocturnas y de espacios que considero seguros pero parecen terroríficos.

El proyecto Calmed Fear es la consecuencia de la necesidad de confrontoar mi miedo a las noches, a los espacios sin salida, a la no posibilidad de escapatoria.

Ese miedo que, como mujer, es una brujula para saber por dónde no caminar de noche. Ese miedo que como un radar, es capaz de saber que espacios no hay que cruzar y que espacios o rutas son las seguras para llegar a casa de una pieza.

Este proyecto se desliza durante los muchos años y las noches que me he sentido más segura y fuerte para coger un tripode, un fotómetro y una cámara y plantarme en estos espacios en los que el miedo se apodera de tus huesos, y tu necesidad de escapar es difícil de calmar.

Estas noches en las que plantar un tripode cerca de mi casa (diferentes paises), en los callejones más oscuros, en los parkings más vacios era un acto de valentia.

Para mi era también un acto de conquista. Conquistar por fin esos espacios que se no son denegados. Esos espacios de los que nos tenemos que proteger, pero proteger de qué?

Es incredible las altas capacidades que alcanzamos las mujeres para leer la calle. Somos capaces de scanear nuestro alrededor y percibir de una manera muy instintiva dónde podemos ser una presa fácil.

Por que así es como nos han hecho entender que somos… Una presa fácil y frágil.

Desde la educación formal en las escuelas, en las noticias, en las series de ficción, en las películas de terror, en los documentales, Nosotras somos la victima estrella. Se nos viola, descuartiza, quema, secuestra, etc etc y se crean grandes series y películas dónde los agresores son estudiados e incluso justificados por sus actos. Eso es lo que se nos transmite. Por todo ello, nuestra lectura y nuestra posición en la vida, sobre todo en la calle y sobre todo en la noche y por encima de todo solas, está condicionada y distorsionada por todas ese cúmulo de interiorizaciones que cultivamos en nuestra cabeza las mujeres.

Esta Distorsión y este miedo grabado en nuestra piel y en nuestras neuronas hace que nuestra vida y posición en la calle y en la noche no sea natural, no sea real, Nosotras no debemos de estar ahí. Y si estamos, y nos pasa algo, sera nuestra responsabilidad por que no no deberíamos de estar ahí. Eso es lo que siempre se nos ha dicho y si desobedecemos acarreará grandes consecuencias. Tal como explica Nerea Barjola en la “Microfisica sexist del poder. El Caso Alcasser y la construccion del terror sexual.” (2018) Editorial Virus. Barcelona.

Mi trabajo se centra en el ritual de generar estas imágenes en la calle, y de conquista de la noche. Se centra también en la distorsión de la realidad y de estado de alarma continuo con el que cargamos las mujeres y de esa sensaciín de sentirnos solas y responsables de lo que pueda pasar.

Utilizo diapositivas E6 película traslucida para generar esa sensacion de miedo y realidad de los colores a la vez que utilizo material caducado para distorsionar esos colores y hacienda cada pieza unica e irrepetible ya que cada experiencia es unica y cada mujer gestiona estos miedos de manera unica y generando una distorsión y alteración en su vida que a veces puede marcar para siempre.